Tipos de inmuebles hay muchos...vivienda nueva o de segunda mano, libre o protegida, piso, chalet, extensión, apartamentos, estudios... La vivienda nueva tiene un precio mayor que la de segunda mano (La compra de una vivienda nueva o de primera mano está sujeta al pago del IVA, un 7%.) y a veces se tendrá que decidir, únicamente viendo el plano, si nos gusta o no o si se adapta a nuestras necesidades pero también se tiene la posibilidad de hacer modificaciones en la estructura de la vivienda o en la elección de materiales y acabados. La vivienda que ya ha sido transmitida en alguna ocasión se denomina de segunda mano. En estos casos se debe prestar mucha atención al estado de la vivienda en general asi como la calidad y deterioro de las instalaciones (agua, electricidad,calefacción u otras.) y valorar las necesidades de mejoras que pueda necesitar. En el caso de una adquisición de segunda mano no hay que pagar el IVA pero sí el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, cuyo porcentaje varía dependiendo de cada provincia.
Vivienda libre o protegida Dependiendo de la Comunidad Autónoma en que se va adquirir, la vivienda protegida implica más facilidad, con ventajas económicas y fiscales, para facilitar al acceso a la vivienda de los ciudadanos. Para acceder a ella se deben cumplir una serie de requisitos, la vivienda tiene unas características determinadas, el comprador deberá destinarla a vivienda habitual y está sometida a un precio máximo de venta. En cuanto al tamaño el tipo de vivienda, se deberán analizar las necesidades propias y las de las personas que van a vivir en ella. En cuanto a la estructura, se puede optar por una vivienda en edificio (estudio, apartamento, piso, dúplex) o en horizontal: pareada, adosada o casa unifamiliar. Habrá que elegir la vivienda con o sin garaje. No siempre será necesario adquirirlo con la vivienda, también se puede optar por comprarlo separadamente. El entorno tendremos que conocer lo; con qué infraestructuras cuenta el barrio: colegios, instalaciones deportivas, hospitales, centros comerciales, supermercados o espacios verdes. También es muy interesante la existencia de transportes públicos. Analizar las distancias y el tiempo de desplazamiento hasta el lugar de trabajo o aquellos otros emplazamientos a los que habitualmente tengamos que acudir. Es conveniente recabar información sobre los posibles proyectos urbanísticos, sus perspectivas de crecimiento o cualquier incidencia que en este sentido esté prevista. Esto puede afectar a la revalorización del inmueble o, por el contrario, devaluarlo. Para evitar futuras sorpresas conviene darse una vuelta por el barrio de día y de noche, en horas punta, para comprobar si hay exceso de tráfico, de ruidos, si es una zona tranquila o si existen establecimientos que puedan resultar molestos, asi como sentir el ambiente general para ver si nos agrada.
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